El Occidente asturiano recibía con sus mejores galas a una de las pocas pruebas que se celebra en la Cuenca del Navia. Con la V Subida a Castrillón, en un entorno catalogado por muchos como de lo mejor, se llegaba a una parte final de Campeonato no apta para cardiacos ya que en la lucha por el trono de la Montaña, dos hombres dan todo de sí en cada carrera, para ser el mejor del año. Los protagonistas eran Iván Suárez, algo falto de buenos resultados últimamente y el incombustible Monchu que a buen seguro no es la primera vez que se jugaba todo en un final de temporada. Entre las nubes y claros, que mostraba el cielo, la lista de participantes, se veía ligeramente mermada por la ausencia de algunos de los habituales que sí estaban inscritos. Entre los verdaderos protagonistas, (los que estaban), se encontraban los animadores del cotarro, como Víctor Abraham, Chemari Castro, Roberto Fueyo, Sergio Díaz, Rafa Guardiola, Ángel Candás y los carrozados, encabezados por Naredo, Mota, Otero y demás.
La Escudería Castrillón Motor Club, había cuidado muy bien los detalles para que todo se desarrollase sin problemas y aunque se hizo algo larga, podemos decir que todo un éxito. Dentro de este buen hacer podemos encuadrar algo raro en un regional como es el gran display de tiempos que se colocó en meta y que tenía a todos informados de las marcas realizadas en la ascensión. La nota de colorido la puso Casía con sus ya habituales aparatos ejerciendo de 00 y 0, llamando la atención como siempre el 124 "coupe" artesanal que deja boquiabierto hasta al más profano en la materia.
Centrados ya en la carrera, los entrenos sirvieron para dejarnos algo mancos en el capítulo del espectáculo, ya que Iván en una inexplicable subida "a cuchillo", marcaba el scratch pero se dejaba sus aspiraciones contra el talud nada más pasar meta, arrancando una rueda que impactaba contra un espectador sin consecuencias para éste, pero sí para el monoplaza de El Tonel que se quedaba allí tirado junto con el liderato del Campeonato que más tarde heredaría Monchu. El de Mieres, buen sabedor de lo que se jugaba, supo nadar y guardar la ropa y llegó a meta tercero, por detrás de un Angel Candás al que siempre se le da bien Castrillón.
Con el camino bastante llano para el piloto de Automercado comenzaba la primera subida oficial, en la que no desaprovechaba la oportunidad y se anotaba el scratch, rebajando además su propio record del año pasado. Por detrás, Ángel Candás le hacía algo de sombra pero poniendo tierra de por medio con Chemari Castro que se situaba como primer CM. Víctor Abraham por su parte, se veía inmerso en una cruel lucha entre su monoplaza y las horquillas de la prueba y sólo podía ser cuarto, quedando claro que ese "pepino" necesita más una autopista para ser efectivo. A su espalda, Roberto Fueyo era quinto pero no las tenía todas consigo porque su BRC decía basta al llegar a meta después de sufrir problemas en el embrague en la parte final. Rafa Guardiola se metía detrás precediendo a Lobea que iba cogiendo el ritmo a su Selex Gran Vía. Como segundo CM, aparecía Sergio Díaz que además era octavo absoluto. Entre los carrozados, Naredo imponía su Escort y ganaba el grupo S, seguido por Mota que corría con la calculadora, siendo tercero Otero completando así la saga de Turbos. En el grupo A, Garrido ganaba a Pose a pesar de traer un golpe en una aleta producido en la manga de entrenos. En el apartado Junior, nuestro piloto Yucas, marcaba el territorio y ganaba con autoridad, seguido por Beteta, que necesitaba mejorar su abandono del año pasado. Entre lo que más nos impresionó destacamos el Simca de Bustelo, una auténtica bomba traída de Francia, a la que añoramos ver en más pruebas.
La manga definitiva, tenía el mismo guión que la primera, con un Monchu que volvía a rebajar su record y un Ángel Candás que muy fino era segundo seguido en esta ocasión por Abraham que recortaba a Chemari lo perdido en la primera y se situaba en el tercer peldaño del podio. Cuarto y de nuevo primer CM era Castro que se situaba justo por delante de Guardiola que comienza a dar guerra con su Van Diemen, situándolo en el "top five". Lobea con una gran actuación clasificaba su veterano fórmula en sexta posición aunque algo distanciado del quinto. Naredo volvía a ser el más rápido y así sentenciaba el grupo S, seguido de Mota y de César Gutiérrez, que llegaba averiado a meta, pero conservaba la posición. Otero no pudo completar la ascensión y se quedó fuera, con lo que queda el título muy cerca de las vitrinas de Mota. Entre los más jóvenes, Yucas volvía a mandar y dejaba al segundo clasificado a unos 7 segundos, en la suma de las dos ascensiones, demostrando así su autoridad. Segundo en la manga era Pantiga pero el tiempo perdido en la primera, dejaba al piloto de Cancienes muy lejos de la cabeza. Beteta era el segundo en la línea de meta, seguido de Marcos Granda que era excluido al final, heredando el tercer peldaño del podio Jairo Álvarez, en dura lucha con Miguel Ángel Blanco. El grupo A/2 estuvo desierto ya que Alejandro Álvarez no pudo acabar y entre los históricos la victoria correspondió a Bustelo que dejó muy alejado al 124 de Juan Ramón.
Dentro del grupo A, Pablo Garrido que se empleó a fondo con su Megane y ganó a Pose que relegaba a la tercera plaza a Maestro con un vehículo similar al ganador, aunque el del Clio no entraba al parque cerrado. Otro que no lo hizo fue Mateo Alonso que causó sensación entre el público por lo bien que adaptó su pálido M3 a las rampas de Castrillón, no olvidándose del espectáculo.
La valoración final es muy buena, tanto por la prueba en sí, que salió a pedir de boca, como por el cambio de líder en el Campeonato que no hace, más que darle emoción para lo que resta. Desde aquí queremos felicitar a la organización por llevar a cabo la prueba con tanto éxito a la vista de los pocos recursos de que dispone el pueblo de Castrillón, mucho mérito. Nos vemos en la VI.
Reportaje: Hugo González
Fotos: Omar Maseda
Roberto Trevías