Cuando centramos la atención en el papel que desempeña el organizador dentro de las pruebas de automovilismo, en ocasiones tendemos a criticar con más o menos acierto, aunque en el fondo sabemos que el trabajo que lleva a cabo cualquier organización, es digno de elogio y admiración. Si además analizamos la historia que lleva vivida la Escudería Boal Competición desde que se animó a organizar el Rallye Villa de Boal, no sólo nos despierta estos sentimientos sino que nos hace reconocer que ha cuidado los detalles al máximo para poder sacar adelante una edición tan complicada como esta segunda, en la que han pasado por más experiencias negativas que las que han vivido muchas organizaciones en muchos años de actividad.
Con una lista más amplia que en 2009 se cerraba el plazo de inscripción, con la sorpresa de no encontrarse ningún Evo en ella, siendo las cabezas de lanza César Palacio, que venía a defender liderato con su Clio R3, Jesús Fernández “Tano”, con la mirada puesta en quitarse el mal sabor de boca de la temporada anterior y Jonathan Pérez, que iba a intentar colocarse líder, si la mecánica le respetaba. Sin poder descuidarse, estos tres abrían carrera ante casi 50 participantes más, entre los que se encontraban rivales tan temibles como los gallitos de “la Hankook”, el Clio de Jose Manuel Martínez y el resto de Peugeot y Citroen que en tramos revirados y en bajada, podían dar más de un susto a los de arriba.
Con sol, aunque sin mucho calor, comenzaba la carrera en el tramo de Prelo, al que accedían tras salir del parque de asistencia situado, como en 2009, en Navia. Muy centrado, el primero en mandar en los más de 13km cronometrados era “Tano”, que dejaba a casi 5” a Jonathan y a 15.6” a Palacio, llegando por encima de los 40” Martínez, David González, Ignacio Braña, Chemari Castro, un sorprendente Diego Acevedo con su AX y Pelayo Fernández, todos ellos en un abanico de 10”. Como segunda cronometrada del bucle, Rozadas se estrenaba en el rallye dejando ya la primera mala noticia en forma de neutralización , tras el tremendo golpe que se pegaba Palacio cerca de meta, que salía descolocado en una zona sucia, sin poder evitar el impacto contra los árboles, saldándose el golpe, por suerte, con magulladuras en la piel de los pilotos. El scratch fue para Pérez, que consiguió realizar el tramo junto con otros trece pilotos, siendo el último con tiempo propio Braña y aplicándoseles a los demás la normativa que toma como referencia el tiempo del tramo anterior para calcular el crono a otorgar en el neutralizado. De este modo, Jonathan se ponía líder, ya con más de 10” de ventaja sobre “Tano”, con los dos primeros “Hankook”, David González y Nacho Braña a continuación, ante un Martínez, que perdía una posición, aunque no tenía problemas para mandar en el grupo N.
El paso por el reagrupamiento de La Caridad y más tarde por el parque de asistencia, volvía a colocar a los participantes en la salida de Prelo, para afrontar un segundo bucle que se antojaba emocionante, principalmente en la lucha por el liderato. Pero de un plumazo el rallye daba un vuelco, ya que “Tano” salía atacando y hacía un trompo, dando un tremendo golpe a la trasera de su Subaru, que no le impedía seguir en carrera, aunque sí le hacía perder unos 13” respecto a Jonathan, que era de nuevo el más rápido en la especial. Destacable era el tercer puesto de Chemari, que demostraba no haber olvidado nada en su ausencia rallystica y el cuarto del AX de Diego Acevedo “Cabornas”, líder del grupo X y que seguía siendo séptimo, aunque a cinco décimas del Clio de Martínez, justo tras el segundo de “los Hankook”, David González, que en este tramo cedía el liderato a Braña. Rozadas cerraba la mañana con un nuevo scratch para Joni, que endosaba casi 14” al WRC, mientras Chemari mantenía posición ante González, que volvía a adelantar a Braña, colándose entre ellos “Cabornas”, que se beneficiaba del tiempo otorgado por una nueva neutralización provocada por el golpe que se daba Iván Pérez, que en el mismo lugar en que Palacio destrozaba el Clio, hacía lo propio con su 205, dejándolo muy maltrecho, aunque sin sufrir daños personales.
Nuevo paso por La Caridad y se llegaba a la asistencia de mitad de carrera, en unas zonas con la maza en la mano para estirar la trasera del Subaru y en otras con el refrigerio, esperando que la tarde fuese menos movida que la mañana y las circunstancias dejasen correr a todos. Pero el guión no cambiaba. Jonathan volvía a ser el más rápido, elevando a 44” su ventaja con “Tano”, por delante de Chemari, González y “Cabornas”, adelantando a Braña en la general Jose Manuel Martínez, dejando al de Tineo justo ante Emilio José De Luis, que cerraba el podio de “la Hankook”, momentos antes de que Francisco Moro se saliese de la carretera pegando en un par de árboles que le devolvían a la carretera justo delante de “Koke” González, que a punto estuvo de llevárselos por delante mientras corrían para alertar al resto de participantes. El fuerte golpe, la necesidad de chequear el estado del copiloto, a la vez que la importante fuga de gasolina, hicieron inevitable la neutralización, con lo que la organización decidió enviar tanto a los parados en el tramo, como a los que no habían tomado la salida, por la ruta alternativa, de tal manera que se reengancharían a los primeros participantes en el reagrupamiento de Boal, al que ya habrían llegado tiempo antes, tras realizar el tramo de La Ronda. En él, Joni se anotaba un nuevo scratch, llegando a Boal con casi 1´sobre “Tano”, mientras González, que había sido tercero en el tramo, aumentaba la ventaja con Braña, adelantando un puesto tanto él como Martínez, al romper el radiador de “Cabornas” y verse obligado a abandonar. Adelantando a De Luis, Kike Rodríguez llevaba su 106 al séptimo puesto tras Braña y lideraba ahora el grupo X, con el segundo clasificado, Ángel Álvarez en noveno lugar a 9”. Pero mientras estos esperaban en el reagrupamiento, en los primeros compases de la reanudación del tramo de La Ronda, Rubén Gutiérrez se quedaba sin frenos, saliéndose de frente en una de las paellas y arrollando a varios espectadores, que debían ser evacuados de urgencia hacia el Hospital de Jarrio, sin heridas de gravedad, pero con demasiados cortes y magulladuras como para no ser observados más exhaustivamente. La utilización de dos de las tres ambulancias con las que contaba el tramo, hacía que la segunda de las pasadas por el mismo no se pudiese realizar por falta de medidas de seguridad, lo que hacía que, si todo salía bien, se disputase una segunda pasada por Coba y otra por La Ronda, ésta última neutralizada.
Y así fue, Jonathan volvía a marcar el scratch, aunque esta vez con escaso margen sobre el Subaru, llegando en estas posiciones a meta, mientras Castro cerraba un merecido podio, al que accedió a pesar de problemas de frenos y un periodo de más de cinco años sin salir en rallyes. David González ganaba “la Hankook” desde el cuarto puesto, mientras Jose Manuel Martínez hacía lo propio con el grupo N, siendo quinto ante el segundo “Hankook”, Nacho Braña. Séptimo era Kike Rodríguez, ganador del grupo X, con 10” sobre un Ángel Álvarez, que conseguía arrebatar la octava plaza a De Luis, cerrando el podio de “la Hankook”, ante el cuarto clasificado, Pelayo Fernández, que a su vez cerraba el top-ten. Dominador del grupo S/A fue Adrián Soto, al que empieza a quedársele pequeño el Kadett y que clasificó duodécimo, dominando también entre los de “Propulsión” Santiago Fernández “Yucas”, que en esta prueba salía a correr e imponía su 320i al 325i de David Real. Únicos y por tanto ganadores del grupo X y el S/N, eran Samuel Álvarez y Roberto Rodríguez, respectivamente.
Además de los diferentes grupos y clases, el rallye también era puntuable para el Campeonato de Asturias de Regularidad SportClassic, en el que sólo cuatro valientes se enfrentaron a los tramos, aunque tres de estos los hicieron neutralizados y el último, como todos, no lo corrieron por anulación. De principio a fin, el dominador fue Jorge Riesgo a bordo de su Golf GTI, aunque en algunas partes del rallye se vio bastante presionado por Adolfo Vázquez, que una vez más salía con el Kadett GTE, cerrando el podio Adrián Alonso con su 127, justo ante el precioso BMW 323i de Jose Manuel Álvarez.
El tiempo lo cura todo y para la gente de Boal Competición será el mejor bálsamo para olvidar lo sucedido en esta segunda edición, a nuestro juicio, perfectamente organizada en cuanto a seguridad, montaje de tramos, etc, pero algo falta de suerte. A buen seguro, recargarán enseguida las pilas para que en 2011 la prueba se desarrolle sin percances y sea recordada por todos como lo que es: una de las pruebas más bonitas del Regional.
Reportaje: Hugo González