Lo que hace casi un año era un ambicioso proyecto a tener en cuenta, se hizo realidad los pasados 4 y 5 de septiembre, con la celebración del I Rallye Villa de Boal, organizado magistralmente por la Escudería Boal Competición.
La carrera se vio marcada en fechas anteriores por la negativa del Ayuntamiento de Coaña a ceder la carretera que daría vida al tramo de Orbaelle y que, con el road-book listo y el reglamento aprobado por la FAPA, hacía a la organización trabajar el doble para sacar una prueba adelante que, por momentos estuvo en el alero.
Pero, si por algo se caracteriza Boal Competición es por levantarse con más fuerza de las caídas: en tiempo record buscaron un tramo, lo prepararon, confeccionaron el rutómetro, cambiaron horarios y disposición de los mismos de tal manera que esta primera edición, pasaba a constar de cuatro tramos que se hacían dos veces, Meiro y Coba en la mañana y Prelo y La Ronda en la tarde, apoyado por las verificaciones y reagrupamiento en Boal y el parque de asistencia en Navia, realizado por la Escudería Del Valle Naviego Competición.
Con las inscripciones cerradas, una lista de 47 participantes salía a la luz, con las ausencias a la hora de tomar la salida de Sandalio, Lobea y Eugenio Pelaez y con las importantes presencias de Félix García, Tano, Rayman, Jorge López, Viti Pardeiro, Fran Cima, Jonathan Pérez y los siempre rápidos Clio de Santana y 106 de Tote Alonso y David González. Juanjo Ordiales tampoco faltaba a la cita y junto a Bobes y el Marbella de Antonio Beteta, eran los únicos representantes de los históricos, unidos a los pequeños participantes de la Copa El Tonel.
La primera especial del rallye unía El Espín con Coaña, tomando el nombre de Meiro, convirtiéndose en la oportunidad perfecta para que Tano se colocase líder con 2.1” sobre Rayman y 5 sobre Jonathan Pérez. El segundo de los Clio R3 era cuarto, por delante de Félix García y su Evo VII, a 1.5” del vástago de Kiko Cima. Viti Pardeiro hacía un buen tiempo y era sexto, por delante de Jorge López y a menos de 2” del primer grupo N, Santana, que tenía el 106 de Tote a 2 décimas y a algo más de 2” al décimo clasificado, Jose Manuel Martínez con el C2 ex-Jonathan Pérez.
Un puesto más abajo, en el once, Juanjo Ordiales dominaba a placer los históricos, con Bobes como único adversario, ante las pocas prestaciones del Marbella de Antonio Beteta, que estaba muy retrasado en la Copa El Tonel, que manejaba su hermano Pelayo y en la que Isidoro era tercero, dejando entre ambos al 106 de Raúl Sánchez. Precisamente, en este apartado se vivía la primera baja del rallye, al colarse Ricardo Menéndez en el primer cruce y golpear fuerte su Cinquecento, dejándolo fuera de carrera. Más arriba se encontraba el primer XS, David González, que comenzaba a crear ventaja con Ángel Álvarez y Luis Arenas, todos ellos con Peugeot. Emilio José De Luis y Jose Alfonso García completaban el podio del grupo N, mientras Koke con su Golf, Capulla con su Ibiza y el 205 de Alexis Fernández hacían lo propio en el S/N. Los Kit-car eran coto privado del 106 de Gabriel Piedralba, ante los Cinquecento de los Beteta y en el S/A, J. Ramón González, se colocaba por delante de Jose Luis Álvarez con su BMW y Rubén Villar con su AX.
Los 12.5Km del tramo de Coba servían para poner distancias entre los primeros, ya que un tiempazo de Tano dejaba en el tramo a 18.2” a Rayman y a 20.2 a Félix, con lo que esta pasaba a ser la general del rallye, aunque con 20.33 y 27.8 segundos de ventaja respectivamente. Cima era el único que no se movía y seguía cuarto, perdiendo Pérez dos posiciones, pasando a estar por detrás del otro R3. El buen tiempo de Santana le colocaba sexto, pasando de una tacada a los Evo de Pardeiro y Jorge López que ya acusaba problemas en los diferenciales de su Evo IX. Ordiales llegaba noveno en el tramo y conseguía la misma posición en la general, justo por delante del segundo grupo A, Tote Alonso.
En las clasificaciones de grupo nade se movía a excepción del H/A, donde Bobes abandonaba con el motor roto, heredando el segundo puesto hasta los compases finales del rallye Antonio Betetra con su Marbella. Luis Arenas cedía su puesto en el XS a Alberto Martínez, sumándose a Bobes en el capítulo de abandonos el de Braña que había llegado roto al final de Meiro y el motor de su Saxo no le permitía seguir.
Pero el guión que parecía colocar a Tano como líder hasta el final no se iba a cumplir, ya que en la segunda pasada por Meiro, se “colaba” a escasos metros de la salida, haciendo un trompo y encajonándose de tal manera en el puente, que en la maniobra de volver a la carretera cedía más de 43”, teniendo que efectuarla “al toque”. Rayman aprovechaba la ocasión y llegaba a Coaña muy pegado a Tano, consiguiendo el scratch y de paso el liderato con una ventaja de 14.4” sobre Félix, que en este momento se colocaba segundo. Pérez recortaba tiempo a Cima, colocándose ambos como tercero y cuarto, justo por delante del más perjudicado en el tramo, Jesús Fernández “Tano”. El cuarto puesto en el tramo de Pardeiro le permitía adelantar a Santana en la general por 1”, siendo sexto absoluto y tercero de X/A. Hasta el décimo nada cambiaba, completando los puestos de honor Jorge López, Ordiales y Tote, mientras el que se quedaba fuera era Jorge González con su Saxo y el único movimiento en las clasificaciones parciales era el relevo en la Copa El Tonel en el primer puesto, colocándose Raúl Sánchez por delante Pelayo Beteta.
El segundo paso por Coba, registraba el mejor tiempo para Tano, que aventajaba en casi 3” a Rayman y 7.3” a Félix, colocándose ya tercero a 20.3” del líder y con cuatro tramos por delante para limar las diferencias. De este modo, Cima y Joni perdían un puesto, ganando ventaja Fran en este tramo sobre el Clio gris. De ahí hasta el décimo puesto todo seguía igual, acercándose Jorge a Santana en su lucha particular por el séptimo puesto. El grupo XS sufría un cambio de líder, ya que David González sufría problemas en su 106 y perdía 22´ hundiéndose en la general y dejando el terreno libre para que Ángel Álvarez, que había hecho un trompo en Lebredo, dominase ahora a Alberto Martínez y Andrés Mon. Además, Pelayo Beteta volvía a la cabeza de los “Toneleros”, cayendo al segundo puesto Raúl Sánchez.
Tras un reagrupamiento en Boal y más de una hora de asistencias en Navia, los pilotos se dirigían a realizar la primera pasada por Prelo, con Tano a punto de penalizar y un humo extraño saliendo del escape de su Subaru.
Como era de suponer, el scratch era para el piloto de B9Racing, con más de 7” sobre Rayman que mantenía posición, cosa que no conseguía Félix, que cedía su segundo puesto al WRC. Jonathan era tercero en el tramo y arrebataba el cuarto puesto en la general a Cima por tres décimas. Pardeiro, Santana, Jorge López, Ordiales y Tote, parecían no querer moverse de sus puestos, a pesar de sufrir el de Ibermueble de nuevo problemas en los diferenciales que le hacían ceder casi 55”. Luis Arenas conseguía acceder al podio de XS en detrimento de Andrés Mon, mientras en SA y SN, sólo dos pilotos tenían posibilidades de llegar a meta, con los abandonos de Alexis Fernández y Rubén Villar.
Y llegaba el tramo, que marcaría el desenlace del rallye y, sobretodo, hará recordar esta primera edición de la carrera boalesa. Félix, Pardeiro y Jonathan llegaban a meta sin problemas y el siguiente en llegar debería ser Tano, pero el Subaru no lo hacía y en su lugar llegaba Rayman, que se anotaba el scratch. Pero el WRC no aparecía y todo apuntaba a la salida de carretera. Tano y Belzunces estaban bien, habían salido a la carretera a enseñar el OK y mientras, en las entrañas del coche, la temperatura hacía arder la vegetación a una velocidad asombrosa y, con ella, las llamas engullían al precioso Impreza, que pasaba a peor vida, consternando de paso a aficionados y pilotos, que recibían con la neutralización del tramo el tiempo de Viti Pardeiro.
Además, el accidente ponía a prueba a la organización, que movilizaba ambulancias, bomberos y hasta helicópteros para detener el incendio, que en unos minutos amenazaba con extenderse a toda la montaña.
Con el susto en el cuerpo y la anulación de la última pasada por el tramo casi consumada, el trámite de pasar por segunda vez por Prelo, quedaba en un segundo plano, a pesar de lo cual, Rayman volvía a hacer el mejor tiempo rubricando así su primera victoria en el regional de rallyes.
Félix y Miguel García sufrían problemas en el motor de su Evo VII y caían hasta el cuarto puesto, dejando en bandeja el podio para Jonathan Pérez, que había sido segundo en el tramo y Fran Cima, con lo que, una vez más, los JASP, completaban el podio de la prueba boalesa. Viti Pardeiro y Santana eran quinto y sexto respectivamente, mientras los graves problemas mecánicos de Jorge López, le hacían caer hasta la décima plaza, aprovechándose de ello Ordiales, Tote Alonso y Jose Manuel Martínez, ganando el primero entre los históricos sin oposición y siendo los otros dos primero y segundo de grupo A, respectivamente, mientras el Clio de Luis Manuel Pelaez era tercero. Tras Santana en el N, De Luis y Alfonso García completaban el podio, llegando además como duodécimo y décimo cuarto respectivamente. Luis Arenas, conseguía arrebatar el segundo puesto entre los XS a Alberto Martínez, mientras Ángel Álvarez ganaba grupo y clase 7. En el SN, Koke imponía su Golf al Ibiza de Capulla, a la vez que J. Ramón González lo hacía con “Luisón”. Gabi, gobernaba los Kit-car frente a los Beteta, precisamente vencedores en la Copa El Tonel, en la persona de Pelayo, dejando entre él e Isidoro, a Raúl Sánchez que hizo una buena carrera con el 106.
Esta primera edición del rallye de Boal, se ha saldado con una victoria trabajada de Rayman, que sin duda ha tenido que ver el hecho que ha marcado la carrera y que dará que hablar de aquí a un tiempo, principalmente por al magnitud de la máquina que murió calcinada en el tramo de La Ronda, un tramo que la organización se tuvo que sacar de la manga, cuando faltaban menos de dos semanas para la carrera, por una, todavía no inteligible negativa del Consistorio Coañés. Centrados en el accidente, ese ansia de perfección que caracteriza a la gente de Boal, ha hecho que un posible incendio forestal se haya quedado en un susto, por el la preocupación sempiterna de no dejar margen a la improvisación en cuanto a la seguridad. Si a eso unimos una ceremonia de salida, entrega de trofeos, parque de asistencia y montaje de los tramos más típico del mundial que del regional, nos vemos en la obligación de dar un 11 sobre 10 a la Escudería Boal Competición, sinceramente esperamos que ésta sea la primera piedra de lo que en el futuro sea una mítica prueba en nuestra región, ¡buen trabajo!
Reportaje: Hugo González