La tercera prueba del Campeonato de Asturias de Slalom en disputarse, era la II edición del Slalom Villa de Navia, organizado por primera vez por la Escudería del Valle Naviego Competición. Con un tiempo primaveral, las primeras luces de la mañana dejaban entrever un circuito muy selectivo y técnico en la primera parte, que se ampliaba en la parte final con dos “rotondas” y un “trébol”, que daban paso a la zona de la tierra, con una grava compacta que se fue rompiendo a lo largo de la carrera.
La incertidumbre de ver si la inclusión de la tierra por primera vez en el certamen, se le podía atragantar a Pelayo o si el de El Entrego sería capaz de mantener el tipo, planeaba sobre un parque cerrado ya completo a eso de las 12:30 para pasar a la acción y llenar de olor a gasolina y goma quemada cada rincón de la villa naviega.
Con el circuito montado desde primera hora de la mañana, los pilotos se centraban en aprenderse los entresijos del mismo, mientras los transeúntes se interesaban por el parque cerrado, con coches de todo tipo, desde los más castigados por la competición, a auténticas joyas como el Escort MKI de Pelayo o el M3 de Pedro Rodríguez. Con el briefing dispuesto para la 1 de la tarde, los pilotos se disponían a comer tras la foto de familia, para ir poniéndose las pilas y salir a las 14:30h a la manga de entrenamientos.
En ellos, Jorge Sanz, que había venido a dar guerra en busca de la victoria marcaba 1:46.937, 1” más rápido que un sorprendente Marcos Valdés y 2” mejor que el campeón 2008. Iván Iglesias y Raúl Braña, completaban los cinco primeros, mientras en una manga para enmarcar, Jorge García se colocaba sexto con su 127.
Tras unos entrenamientos de toma de contacto, principalmente con el “trébol”, que no era fácil de memorizar para nadie, la primera manga oficial se ponía en marcha con total puntualidad, poniendo ya el espectáculo Yucas con su 325 y Casía con el Sierra.
De cara a la victoria final, uno de los candidatos ya no contaba para las apuestas, ya que Borja Vázquez se quedaba en la manga anterior a mitad de recorrido, con un palier roto y con una frustración de las mayores que hayamos visto. Con mayor o menor dificultad, la manga se iba completando con unos Junior muy rápidos, seguidos también por algún clase 1 y todo ello intercalado de pilotos no tan fuertes frente al crono, pero sí espectaculares. A falta de salir los “traseras”, el más rápido por el momento era el piloto de Gijón Motor Club Iván Iglesias, que ya había sido tercero en Navia el año anterior, pero a falta de ver las evoluciones de Pelayo, que en la manga anterior había hecho tercero a 2” de Jorge Sanz, parecía poder mandar en la manga con su 1:44:039.
Pero el día no parecía aguardar una victoria para el del MKI, ya que tras llegar a meta, su 1:47:188, estaba muy lejos del crono de Iván y le colocaba quinto de la general, con Jorge Sanz como segundo clasificado y Raúl Braña como tercero con su AX de clase 1, colocando también Iván Rodríguez su 205 por delante del líder del certamen.
Ismael Pérez era sexto, demostrando sus buenas dotes con el Saxo, a la vez que Rubén Cueria se colocaba séptimo ante el segundo de los “traseras”, el impresionante Mercedes de Jesús Marcos, siendo el primero de los Junior en la meta el Citroen AX de Jonatan Gázquez. Cerrando los diez mejores, se situaba Jorge García con su 127, segundo de la clase 1. Con Helena García fuera de combate, Marta Menéndez, sólo con terminar sería la mejor fémina.
Pero Pelayo no se iba a dar por vencido y ya sólo con llegar a meta y ver su tiempo, se ponía manos a la obra para cambiar reglajes e intentar lo que muchos daban por imposible, que con tierra y todo, un “trasera” se impusiese a los siempre menos nerviosos tracción delantera.
Con un tiempazo de uno de esos Junior que en el futuro darán mucho que hablar, comenzaba la segunda manga oficial, ya que el 1:43:599 de Daniel Fernández tardó en mejorarse, sólo seguido en un principio por el tiempo de Jairo González que, corriendo “en casa”, tenía ganas de una vez por todas de hacer un buen papel este año. Sólo cuando Raúl Braña llegó a meta y se intercaló entre los dos Junior, se vio perturbada la clasificación, pero con la llegada de Iván Iglesias, al que un año más se le dio magníficamente el circuito, el primer puesto scratch cayó del lado del gijonés, con un 1:42:661 que, bajando en algo más de un segundo su primer mejor tiempo, dejaba las cosas en el aire, hasta ver si alguno de los gallitos del campeonato se atrevía a mejorarlo. Pero los pilotos fueron recorriendo el kilómetro contra el crono, algunos lo más rápido que pudieron, otros lo más espectacular, hasta que el MKI azul se iba preparando para tomar la salida. Crono a cero para Pelayo y el Escort comenzó a bailar al son de conos y vallas hasta el punto de prácticamente dar la vuelta “besando” los bidones, y controlar el derrape de manera que fuese más efectivo que espectacular, que también lo era, y con la inteligencia que le caracteriza se marcó una primera parte de circuito sobre asfalto a un vertiginoso ritmo, que sólo aminoró en la entrada a la tierra, ante un posible error por el poco agarre que ya ofrecía, tras el paso de los 60 precedentes participantes, en las tres mangas ya prácticamente disputadas. La expectación estaba en el panel de tiempos de llegada, con todos los interesados, tanto pilotos como aficionados a la espera del tiempo de Pelayo y la demostración de que desde hace más de un año, nadie puede con el piloto de El Entrego, volvió a plasmarse en forma de tiempo pulverizado, con un registro de 1:37:240 que le colocaba sin duda alguna al frente de la manga y lógicamente, le proclamaba vencedor de este II Slalom Villa de Navia, quedándose a menos de 3” de su crono del año pasado, en el que con el Mini y en un circuito más corto, sin prácticamente parte de tierra, marcó 1:34:859.
Con el primer puesto sin presentar dudas, el segundo tampoco las ofrecía, ya que el mejor tiempo en la primera y el segundo puesto en la definitiva, colocaban a Iván Iglesias en el segundo cajón del podio, seguido por el primer Junior, Daniel Fernández, que hacía bueno su mejor crono final. Tras ellos, el mejor clase 1, Raúl Braña y el mejor clase 3, Jorge Sanz, eran cuarto y quinto, mientras Jairo González se clasificaba sexto y segundo entre los nóveles, por delante del segundo clase 1, Marcos Valdés, que este año cambiaba el 205 por un Supercinco. Ismael Pérez e Iván Rodríguez se colocaban a continuación, justo ante el tercero de los Junior, que era Aitor Díaz, demostrando una vez más que la cantera funciona y que goza de muy buena salud en el principado.
Cumpliendo con el horario previsto, a las 20h, en el salón de actos que el I.E.S. Galileo-Galilei cedió gentilmente para la ocasión, la Escudería del Valle Naviego Competición hizo entrega de trofeo a los 10 primeros de la clasificación, a los 5 primeros de cada clase incluidos los Junior, a la primera fémina y primer piloto local, todo ello en un ambiente muy animado, entregando los trofeos D. Manuel Feito, Concejal de Deportes del Ayuntamiento de Navia, al que la organización reconoció públicamente su apoyo, así como a Ence Navia, principal patrocinador de la carrera, representada por Dña. Paloma García. También hicieron entrega, por parte de la Escudería del Valle Naviego Competición, Vanessa Gil, así como Generoso Rodríguez, que tomó parte como representante de la FAPA.
Tras pasar por la tarima el resto de pilotos que no se llevaron trofeo a recibir un detalle otorgado por la organización, los actos de esta II edición del Slalom Villa de Navia tocaban a su fin, con un notable éxito de público, y pilotos de mucha calidad, luchando en dos campos bien diferenciados, el del crono y el del espectáculo.
Reportaje: Hugo González