Muy meritorio era el debut de María Rodríguez, ya que subirse al coche de su marido "Tote" en una plaza tan difícil como Navia, ya merecía todos los reconocimientos. La primera manga de prueba la hacía lenta pero segura, no en vano hacía sus primeros metros al volante del 106. Mejoraba el ritmo en entrenamientos oficiales, firmando un noveno absoluto, sexta de clase y mejor Fémina. Para la primera oficial mejoraba en 15" su crono, pero penalizaba, siendo aún así, de nuevo la mejor entre las Damas. En la última empeoraba dos segundos, pero no penalizaba, lo que le servía para ganar las Damas desde el puesto 17 final y cerrar el top ten de la clase 2.
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