El mejor de los nuestros era Iván Picallo, empleándose a fondo desde el inicio, siendo penalizado en entrenamientos oficiales por no meter correctamente el coche en el garaje de meta, cerrando no obstante la manga con 2:08.733, para colocarse séptimo absoluto. En la primera oficial el coche fallaba, haciendo a Iván darlo todo para no perder mucho tiempo, llegando octavo con su 2:11.581. Gracias a la ayuda de Diego Ponte, que le dejaba unas bujías, podía salir a la segunda con garantías, marcando un gran 2:09.118 que le colocaba en quinto puesto de la general.
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