Con la idea de seguir rodando y aprendiendo del coche, Iván Picallo salía en entrenos libres, pero se equivocaba en uno de los tréboles y tocaba varios conos. Iba más fino en entrenamientos oficiales, pero se volvía a equivocar, esta vez en otro sitio distinto, penalizando, a pesar de lo cuál era décimo absoluto. Se tiraba a por un buen tiempo en la primera oficial y, a pesar de conseguir 2:21.290 tenía que conformarse con ser noveno tras rozar un cono. A la última salía más tranquilo y la hacía perfecta, marcando 2:19.144 lo que significaba clasificar como octavo absoluto, al igual que de la clase 2.
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