Compartiendo coche con su hermano Rubén, Javier Otero salía a entrenamientos con tiento, marcando 3:17.421, que a pesar de 10 puntos de penalización le colocaba décimo y segundo de clase 3. Pero en la primera oficial sufría problemas en un disco trasero que le hacían empeorar hasta los 3:38.391 que, no penalizado, le permitían ser decimoseptimo, segundo de nuevo de su clase. Sin poder solucionar los problemas en la asistencia, cortaba célula en la última para poder clasificar, terminando así en el puesto 23, como segundo de clase 3.
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