20 de Octubre del 2005 |
El rally Príncipe de Asturias siempre ha sido una referencia en todos los calendarios automovilísticos, ya que además de ser asiduo al Europeo de la especialidad, siempre se ha caracterizado por acontecimientos que dan encanto a la prueba como por ejemplo el duelo Ponce-Diego en 1991, que terminó con polémica, pero fue de lo más emocionante que se recuerda. En esta edición del 2005, también fuimos testigos de un gran duelo, entre el vigente Campeón de España y el aspirante a la Corona, coincidiendo con el caso anterior en que uno de ellos también era cántabro y difiriendo en que esta vez si se llevó el gato al agua.
Con la lista en la mano, éramos ya testigos el Viernes en el Shakedown que no ibamos a contar con la presencia de los caídos en Ferrol y tampoco con la del Canario Concepción que tiene su C2 en venta. Los demás eran los de siempre, de nuevo sin Vinyes en el equipo Peugeot, y con la nota de colorido puesta por los foráneos capitaneados por el portugués Carlos Matos con su Clio S1600.
Tras una noche tranquila soñando con el Sábado en el parque San Francisco de Oviedo, coches y pilotos tomaban rumbo a la zona de Pola de Siero para la disputa del primer tramo, La Rasa, que no desentonaba con el guión marcado a lo largo del Campeonato y dejaba a Sordo a 3 décimas de un Hevia que había salido a dejar claras las cosas cuanto antes. En Orizón, segunda de las especiales, repetía Hevia en la primera plaza, distanciando a Sordo ya en algo más de 3 segundos, con Ojeda y Fuster alternándose en la tercera plaza de la clasificación y un Fombona quinto, a la expectativa. Tercer tramo, Libardón (qué recuerdos del 91), Hevia vuelve a imponerse por casi 2 segundos. Al piloto de Auto Gomas, no le estaba gustando lo que veía y se tiraba a por Berti en La Rasa para restarle 2" y dejar claro que seguía allí con su C2 rojiblanco. Con la diferencia de que Ojeda adelantaba a Fuster tras los tenores, se volvía a pasar por Orizón con la misma diferencia de Hevia sobre Dani que en la primera pasada. Pero volvió Libardón a la palestra y el cántabro se destapó con un tiempazo que hizo temblar hasta Puente Agüera. Por detrás Martín pinchaba en su Clio y perdía mucho tiempo, con lo que Vallejo heredaba su plaza y era sexto, con un ritmo muy poco efectivo. La pasada definitiva por Orizón iba a ser la última del día ya que la mala colocación de los espectadores aconsejó a la organización neutralizar el tramo, con lo que Orizón iba a dejar todo listo para el Domingo. Hevia volvía a ganar y dejaba la general al final de la etapa con el poleso como líder con apenas dos segundos sobre Sordo y con un fino Miguel Fuster tercero ya a casi un minuto. Testigo fue el último tramo también de la salida de carretera de Ojeda que golpeaba un árbol y se veía abocado al abandono.
Con la primera etapa concluída, el grupo N era dominado por Conde, Vallín gobernaba con autoridad en el Desafío y en la igualada copa C2 Monarri marcaba la pauta por muy estrecho margen sobre Márquez, que tenía también cerca a Rico y Balasch. Aquilino Sánchez era una vez más el primero de la Clio, con muy pocos efectivos en carrera al igual que Raúl Iván que es algo raro no verlo como líder de la Auto Nalón. Entre los más jóvenes los problemas mecánicos y las salidas de carretera hacían que Pantiga fuese el líder sufriendo lo insufrible y Miguel Ángel Blanco por detrás, delante de un Yucas tercero con una conducción muy conservadora. Beteta no llegaba a final de la etapa, al salirse en la segunda pasada por Libardón.
El Domingo amaneció seco y así dejó Sordo a Hevia en Horrea-Pajomal, cuando le arrebataba el liderato y además le volvía a ganar en La Faya y en Santa Bárbara, aunque en la suma total de tiempos no había más diferencia que 3". Testigos de excepción seguían siendo por este orden Fuster, Fombona y Vallejo. La segunda pasada por la Horrea, fue el momento clave del rally. Tras el paso de Berti, misteriosamente unas piedras y maderos aparecieron sobre el asfalto que en mayor o menor medida dañaron los coches de sus adversarios pasando el resultado a ser motivo de estudio por los comisarios de la FIA. Así las cosas, el tramo había sido para el poleso, pero la incertidumbre flotaba en el ambiente, mientras Sordo volvía a imponerse en la Faya por menos de un segundo, con Santa Bárbara como probable juez de la prueba. Allí Hevia dio la talla y se lo anotó, con lo que en la suma de tiempos era el ganador. Pero la alegría duró poco en la afición asturiana ya que al revelarse la decisión de los comisarios, se anulaba el tiempo de la Horrea y Sordo pasaba a ser el Campeón de España junto con el del rally. Por detrás, Fuster era tercero seguido de Fombona que se perdía en la clasificación de los dos últimos tramos aunque conservaba la cuarta plaza final, justo por delante de Vallejo, que siempre está ahí, luchando contra las adversidades.
Martínez Conde, en el año de su retirada, conseguía la Victoria en el Príncipe, dejando claro por qué algún día fue oficial. Por detrás y ante los abandonos de Lemes, y Coldecarrera, al andorrano Gutiérrez, se apuntaba un segundo puesto que lo incluye en la lucha por el Campeonato, que decidirá en el Costa del Sol con su compañero de equipo catalán. Garrido acabó, lo que le valió para ser tercero con el Evo VIII de Vidal que había traído para la ocasión. La clasificación de la C2 sufrió también las decisiones de Horrea y a un Márquez que ganaba pasó a sustituirlo Balasch que en dura lucha con Rico al final se llevó la copa para el RACC. El piloto del MUJA, al término fue tercero en un rally que mereció llevarse a casa. Monarri, perdió mucha ventaja de cara al título al clasificarse muy atrás tras sufrir un pinchazo, lo que abre el Campeonato entre Balasch y el aún líder del Trofeo. En el Desafío, el guión se iba cumpliendo clavado al Llanes ya que Vallín no daba tregua y para Colunga se lo llevaba, por detrás, para su beneficio, los hermanos Arias eran segundos dejando a Mascaró tercero, en una clasificación que se decidirá (al abandonar aquí Guillén), en el Costa del Sol entre Mascaró, Guillén, Entrecanales y el propio Vallín.
Yéndonos al ámbito regional, tras Hevia y Fombona se clasificaba en esta ocasión el de Casa Vallín que ganaba la partida a Márquez que se tenía que conformar con la cuarta plaza y cerrando el top five Aquilino con una conducción muy fina y efectiva. De esta manera, también se hacía con la Clio por delante de César "Santana". Pocas dudas hay de quién es el dominador absoluto de la Auto Nalón, ya que el resto de participantes tienen en Raúl Iván a un "coco" de los de meter miedo. En la meta estuvieron con él, Pablo Martino como segundo y Antonio López cerrando el podio. En cuanto a la Copa Junior, el dominador era una vez más, Marcos Pantiga, con la diferencia en la clasificación de que Yucas perdía la tercera plaza en favor de Jairo Álvarez, siendo segundo en la meta Miguel Ángel Blanco.
De ésta manera, el Campeonato de España, ve como rodeado de una enorme polémica, Dani Sordo es el nuevo Campeón. Desde un punto de vista objetivo, el título se lo lleva ganando a lo largo de un año que vive entre el Nacional y Mundial y creemos que es merecido, aunque también reconocemos que Hevia lo ha dado todo y la suerte no le ha acompañado mucho. Subjetivamente, nos es difícil creer que esas piedras hayan aparecido ahí por arte de magia, como también nos cuesta pensar que haya mentes tan retorcidas como para poner la vida de personas en peligro, pero el caso es que influyeron negativamente en el desarrollo de la prueba y, sobretodo, lo que más nos da que pensar es que si se anula el tramo, los pilotos deberían saberlo en su momento, no correr pensando que no pasa nada, cuando en realidad están haciendo un trabajo en balde, ya que no puntúa dicha especial. Con esto nos referimos a que Hevia creyó que había ganado a final de Santa Bárbara y el desenlace era muy distinto. Lo único que nos duele es que se haya jugado con los sentimientos de mucha gente por no ser claros de primeras, aunque nos seguimos afirmando en una cosa, para nosotros Sordo es el justo Campeón de España. ¡Enhorabuena!
Reportaje: Hugo González
Fotos: Gonzalo García
Roberto González
Hugo González