Como marcaba el calendario del Regional asturiano, la Subida Villa de Pravia ponía la primera piedra a la temporada 2007, llevándose, de paso, el mono que acompaña a los aficionados en esa dura época de entretemporada. La intriga que genera la primera prueba del año se basa, en gran medida, en ver las nuevas monturas que gastarán goma en otras manos, entre las que destacaban, los nuevos Speed-car GT-R, el C2 de Redondo, los potentes equipos encuadrados en la categoría de no homologados y, por encima de todo, la vuelta al Campeonato de Óscar Palacio y las ausencias de Iván Suárez y la definitiva de Monchu, Campeón el año pasado.
Tras un año de “descanso”, Pravia se llenaba del colorido que le da la maraña de coches y gente que a las 10 de la mañana ya cubría cada metro de cuneta, a pesar de, en el mejor de los casos, haber partido la noche, para no perderse el desarrollo del GP de Australia de F1. Cuando el reloj se acercaba a las 10:30, Jorge López abría la carrera y de paso la temporada a bordo del Focus RS que hacía las funciones de coche 0.
Tras él, los entrenamientos, dejaban ya las primeras bajas entre las que se encontraba Rafael Bustelo que sufría problemas en su SIMCA Rallye que no podía solucionar para afrontar las subidas oficiales, dejando a Juan Carlos Encinas como único "simquero" de cara a las mangas definitivas. El resto, ya iban haciéndose al trazado con tiempos más o menos discretos, pero todos con la mirada puesta en los cronos que a la postre iban a decidir la clasificación final, destacando desde la cuneta, el buen hacer del propio Encinas, la sensación de más estabilidad de los nuevos Speed-car y la impresión de que el Audi de Morera no iba a ser el mejor carrozado.
En la primera de las mangas, íbamos a ver por fin a Castrillo y su Maxi-Megane y la Osella de Abraham en condiciones tras romper el cambio de su barqueta en entrenamientos, haciendo milagros para sustituirlo a la hora de comer. La fotocélula de llegada, veía como, Jesús Álvarez, marcaba un tiempazo que le colocaba en la primera posición, seguido por Óscar Palacio, que se mostraba muy combativo, siendo tercero Roberto Fueyo, completando el podio de Speed-car, mientras que Víctor Abraham, no estaba en la pomada y se colocaba en un décimo puesto no acorde con su monoplaza. Cuarto era Otero, que no perdía comba y seguía con su progresión, seguido de Villar con idéntico vehículo, relegando a Chemari Castro a la sexta posición mientras se iba haciendo a su recién estrenado GT-R. No nos equivocábamos y el Audi no ganaba, entrando en el octavo puesto Jose Ramón Rodríguez que era el más rápido de los carrozados con su Evo V, seguido muy de cerca por Castrillo que daba todo un recital con su Maxi-Megane atómico, para colarse tercero y como primer A/2 el AX de Rubén Bulnes que conseguía estar delante del afinado Clio de Isaac Moro, que a su vez precedía a la sorpresa de la prueba, el Simca de Encinas que era quinto carrozado y líder indiscutible de los no homologados, beneficiado por el abandono de Mota en la primera curva de la prueba.
El susto de la jornada lo "cocieron" tres GT Turbos en un minuto, Alberto Ordoñez (nº34), sufre una avería en la primera paella de derechas y se queda parado. El siguiente en salir a 30" es Jose María Fernández que se lo encuentra en medio de la carretera y para, todo normal. De repente, posiblemente embargado por los nervios, maniobra y se dirige hacia la salida con la clara intención de volver a tomarla, pero a un ritmo muy por encima de lo lógico y por el medio de la carretera, cuando, se encuentra a la salida de una curva con Eloy Reiriz que subía realizando su ascenso. La pericia de ambos hizo el resto evitando el golpe frontal, aunque no un fuerte impacto que dejó maltrechos los Renault, el de Salave con una rueda arrancada y el praviano con las ruedas hacia arriba. Por suerte todo se quedó en chapa, pero actuaciones de este tipo, un día nos van a traer un disgusto de los de órdago.
Semisobresaltados por el accidente, los participantes se disponían a eso de las 17h a tomar la salida, luego de que las fuerzas del orden disolviesen a un grupo de indeseables que, demasiado ebrios para no estar en la cama, se encararon con todo el que se les metió entre ceja y ceja, un auténtico alivio para los civilizados que a partir de ese momento, pudieron disfrutar de automovilismo del bueno. En lo deportivo, Óscar Palacio dio el do de pecho y rebajó su tiempo y el de Álvarez, de manera que pasó a ser el mejor de la carrera y se anotó una Victoria que no cosechaba desde 2004. Segundo era el GT-1000 de Jesús Álvarez que volvía a estar arriba, mientras que Roberto Fueyo tenía que abandonar al salirse y tocar una rueda, siendo excluído al bajar al parque cerrado en grúa, metiéndose en tercer lugar Javier Otero con otro Speed-car gemelo al de su predecesor en el podio final, a pesar de haber hecho cuarto por detrás de Villar en esta segunda manga. Castro ganaba un puesto y Cueva era sexto justo por delante del primer carrozado.
Entre los turismos, la clasificación daba la vuelta y Castrillo doblegaba a Jose Ramón, aunque por unas décimas, dejando en el tercer puesto y primero de grupo A/2 a Isaac Moro, que también por un escaso margen dejaba al afinado AX de Rubén Bulnes como segundo clasificado y cuarto entre los turismos, justo antes del primer no homologado, el mencionado SIMCA de Encinas, que volvía a maravillar por las rampas pravianas, siendo primer histórico. Completando el podio de grupo A, se colocaba Miguel Arias, que en su primera pasada se veía perjudicado por un trompo del Fiesta de Marcos Lorenzo, aunque no le impidió ganar al recién estrenado C2 de Alberto Redondo. El grupo S/A era para el Golf de Luis Manuel Peláez que ganaba al piloto local Fermín Galán que con una nueva evolución en su R11 Turbo, quería comenzar a olvidarse de la mala suerte que le acompañó en la temporada 2006. El Saxo de Alejandro Clavel era el más rápido dentro del grupo N y ya muy alejado, coincidiendo en posición y dorsal, estaba Julián Vázquez, que era el único grupo XS en la meta, con lo que la Victoria era indiscutible.
La primera prueba del Regional, deja buen sabor de boca, quizá por las ganas que puso la organización, por la cantidad de público y en gran medida por el buen hacer de la mayor parte de los pilotos, con el lunar reseñado del affaire de los GT Turbos. Desde la cuneta, podemos decir que nos hemos divertido, a pesar de los gamberros que se empeñaron en enturbiar la apacible tarde del Domingo.
Reportaje: Hugo González
Fotos: 5,6,10,13.- Gonzalín; 1,2,3,4,7,8,9,11,12,14,15.- Hugo