El pasado 2 de agosto tenía lugar la celebración del I Rallye Comarca da Ulloa, puntuable para el Campeonato Gallego de Rallyes con coeficiente 5. Dicha prueba suponía el inicio de la segunda mitad del campeonato y se presentaba llena de atractivos, tanto en el recorrido, se disputaban tramos míticos del Rallye San Froilán en la zona de Monterroso y Palas de Rei, como en cuanto a inscripción, si bien es cierto que el número era algo menor que una prueba habitual del certamen (aun rondando el centenar de participantes), los nombres de los pilotos que lucharían por los puestos de honor y sus monturas garantizaban el espectáculo.
Al Mitsubishi de los líderes del regional, los hermanos Burgo, les salían duros rivales, como el Porsche de los, también hermanos y también líderes (aunque del nacional), Vallejo, o el espectacular Peugeot 306 Maxi del campeonísimo Manuel Senra. Sin olvidarnos del local y organizador, Luis Vilariño, quien en los tramos de su casa trataría de dar el do de pecho con su Grande Punto Súper 2000. Los Mitsubishi de Pablo Rey, Marco Antonio, Justo Goñi o Félix García tratarían de estar en la lucha por las primeras plazas. Completando Roberto Blach, Javier Martínez Carracedo, Jesús Ferreiro y Moisés Neira los puestos previos a la RACC en la lista de inscritos de este nuevo rallye.
Después de las preceptivas verificaciones en la tarde del viernes en la bonita cúpula de la villa de Monterroso los motores se encendían en la mañana del sábado dispuestos a recorrer los tramos de Castelo de Pambre, Antas de Ulla, Palas de Rei y Monterroso, todos ellos a doble pasada, siendo los dos primeros los reservados para la mañana y los de la zona este de la comarca los encargados de sentenciar el rallye en la tarde.
El primer sobresalto para participantes y monturas era la inesperada lluvia que hacía acto de presencia al amanecer en el primero de los tramos, Castelo de Pambre, tramo pegado a la villa de Palas de Rei, donde se ubicaba el parque de trabajo, pero que no empapaba el segundo, Antas de Ulla, con lo que la duda en la elección de los neumáticos estaba en la mente de todos. Por si no fuera poco estrés para este tramo inaugural, un problema con las telecomunicaciones hacia que se retrasase 24 minutos la salida del primero de los participantes, que debería haber sido el Porsche de los Vallejo, de no ser por la rotura de un palier al salir de la asistencia, lo que les hacía volver a reparar el percance, siendo conscientes de que su exclusión del rallye sería inapelable, se dedicarían a rodar durante todo el día de cara a Ferrol, probando unos nuevos neumáticos. Así las cosas comenzaba la acción después de todos estos imprevistos, y debido al mencionado retraso, el tramo ya no se encontraba tan húmedo como a primera hora, lo que permitía al GT de los Vallejo volar por los casi 13 kms de Castelo de Pambre para marcar el scratch, seguidos de Pedro y Marcos Burgo, algo más rezagado se quedaba el grupo de Senra, Félix García y Pablo Rey, siendo sexto el Civic de Moisés Neira, que encabezaba un grupo que englobaba a Ferreiro, Pazó, Carracedo y Daniel Rodríguez, todos ellos en apenas dos segundos. Cuando comenzaban a llegar estos tiempos a través de la sintonía de Radio Voz, llegaba también el primer abandono ilustre del rallye, no era otro que el local Luis Vilariño quien en una derecha rápida se iba por fuera golpeando una arqueta y dejando maltrecho su precioso Fiat Grande Punto. En la RACC el primer líder era Pablo Pazó, mientras que en la Driver lo era Fran Oviedo.
Sin apenas tiempo para el respiro, pilotos y máquinas tomaban la salida en la segunda de las especiales, Antas de Ulla, en la que los hermanos Burgo despertaban, arrebatándole el scratch a los del Nupel Porsche Team, aunque estos mantenían el liderato, en plaza de podio seguía “Tarolo” haciendo las delicias del respetable con su 306 Maxi. Rey lideraba el gr. N desde la cuarta plaza, en detrimento de los hermanos de Trevías, que después de montar ruedas de agua para la primera sección veían como el asfalto seco devoraba sus neumáticos. Carracedo, Pazó(líder de la RACC), Neira, Ferreiro y Rodrigo Rodríguez completaban las diez primeras plazas, mientras que Fran Oviedo seguía liderando la Driver.
Así las cosas llegaba el turno de los mecánicos, afanándose en ajustar o reajustar todas las mecánicas. Momento del día que aprovechaba el sol para despertar y comenzar a calentar los tramos. Con esta premisa ya se podía esperar lo que sucedería en la segunda pasada por Pambre, donde el GT3 de los de Meira le endosaba 15 segundos al Mitsu de los Burgo, las zonas rápidas de este tramo le venían como anillo al dedo al Gran Turismo, marcando una media en el tramo de 108 km/h. Senra hacía lo propio con Pablo Rey, y Carracedo con Moisés, mientras que en la RACC este tramo servia para ver a Grandal arrebatarle el primer scratch a Pazó entre los chicos RACC, metiéndose además los cuatro primeros clasificados de la copa entre los diez primeros de la general. Fuera se quedaban los pilotos de Trevías Félix y Miguel García con la transmisión de su Evo rota, mientras Fran Oviedo seguía aumentando su liderato en la Driver.
Solo faltaba el segundo paso por Antas para completar la mitad del rallye y los Vallejo no dudaban, marcando un nuevo scratch para dejar a Burgo ya a medio minuto en la general. Senra seguía ganando en su lucha con Pablo Rey, sin rival este último en el gr. N. Moisés Neira le recortaba algo de ventaja a Carracedo, que se mantenía en la quinta plaza y los pilotos de la RACC seguían en su lucha fratricida, ya que los cuatro primeros clasificados del tramo estaban en menos de dos segundos, aunque con Pazó en un cómodo liderato en la general. En la Driver no había cambios en la general ya que hacían el tramo afectados por la neutralización debido al incendio en el 206 RC de Lorenzo López.
Llegado el ecuador del rallye, los pilotos y aficionados se dirigían al complejo hotelero de “La Cabaña”, donde tenía lugar el reagrupamiento en Palas de Rei, lugar donde se cargaban las pilas para la tarde de competición. Y es que aun faltaba medio rallye, con los tramos de Palas de Rei y Monterroso (variante del ya utilizado en el San Froilán hace unos años) a doble pasada. En el primero de ellos, tramo rápido con alguna recta que llegaba a superar el kilometro, se repetía lo que venía siendo habitual, Vallejo por delante de Burgo, Senra, Rey, Carracedo y Moisés Neira. En la RACC, Grandal se llevaba el scratch y la segunda plaza de la general por detrás de Pazó. Mientras que Fran Oviedo seguía marcando el mejor tiempo en la Driver.
En Monterroso 1 no cambiaban las cosas en la general, un nuevo scratch de Vallejo y todo seguía igual, excepto para Marco Antonio, que en uno de los numerosos cruces se iba largo con su Mitsubishi Evo VII golpeando con la parte de atrás contra un muro. En la RACC Rodrigo Rodríguez arrebataba la segunda plaza a Grandal y ambos acechaban el liderato de Pazó a falta de dos tramos. Mientras que en la Driver, tanto Pablo Sánchez como Antonio Pérez se acercaban peligrosamente a Fran Oviedo.
La general del rallye estaba prácticamente sentenciada, amén de la exclusión o retirada voluntaria de Vallejo, sin embargo tanto en la RACC como en la Driver todo estaba por decidir a falta de dos tramos. La sorpresa llegaría en la segunda pasada por el tramo de Palas de Rei, cuando los organizadores decidían no realizarla ante la presencia de unas máquinas ajenas al rallye en el tramo, ante la imposibilidad de realizar el tramo de una forma segura, lo mejor era optar por dar media vuelta a los participantes, que ya se dirigían hacia el último tramo, ante el enfado o desilusión de parte del público de Palas de Rei, aunque la cercanía de estos dos tramos hacia que las cunetas de Monterroso estuvieran abarrotadas de gente. Esa gente que abarrotaba veía a un Vallejo volar nuevamente camino de un nuevo scratch. En la RACC Grandal lanzaba un ataque sobre sus rivales marcando un scratch que le hacía ser segundo en la copa por detrás de Pazó, y aventajando al tercer clasificado, Rodrigo Rodríguez, por tan sólo siete décimas de segundo. En la Driver vencía finalmente Antonio Pérez, arrebatándole la victoria a un Fran Oviedo que había liderado durante todo el día.
Para terminar el rallye faltaba el último golpe de efecto, que aunque conocido por todos no dejaba de ser sorprendente, y era el abandono de los Vallejo en el enlace hacia el parque cerrado, entregando el carnet de ruta y evitando así ser excluidos. Algo que decidió un caprichoso palier muy temprano en Palas de Rei, pero que permitió ver a un Sergio desmelenado, llevando el Porsche “de monte a monte” y dejando claro que con el GT3 es un hombre a tener en cuenta. El más beneficiado era un Pedro Burgo que lograba así una nueva victoria en el regional Gallego, y van cinco esta temporada de seis rallyes disputados dando un paso de gigante en su camino hacia su primer campeonato regional. Segundo era el siempre espectacular Manuel Senra, siendo tercero Pablo Rey, otro de los grandes beneficiados del rallye, pasando a ser segundo en la general absoluta y líder del gr. N después del Comarca da Ulloa, cuarto y vencedor de la clase 8 era Moisés Neira con el Civic, haciendo un gran rallye y colándose muy arriba, justo por delante de Carracedo con el GT Turbo, ocupando el resto de posiciones entre los 10 primeros los más rápidos de la RACC.
Reportaje: Juanjo López "Junen"