FOTOS A MÁXIMA CALIDAD

Miércoles 14 de Octubre del 2009

AUTOR: Rober Trevías

PILOTO: Miguel Fuster

PILOTO: Jose R. Rguez

PRUEBA: Rías Baixas 2007

PRUEBA: Manzana 2006

Álbum 162

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Álbum 162

Por desgracia, cuando un piloto logra el objetivo que se planteó a principio de temporada, de conseguir un título, suele convertirse en un problema, ya que el querer dar otro paso más en su carrera se plantea como su nueva meta, aunque luego la realidad puede ser bien distinta. Casos como el de Sergio González tras ganar al Auto-Nalón, Roberto Solís tras hacerlo en el Desafío o nuestro piloto Yucas, tras hacerse con la Junior, pueden ser los claros ejemplos de lo descrito. Otro de esos casos es Aquilino Sánchez que, tras proclamarse Campeón de Asturias de Rallyes en el 2005, en la siguiente temporada se hacía con un Evo V que siniestraba en el Príncipe de Asturias, comprando el Evo VIII que había pertenecido a Martínez Conde y al que intentó adaptarse a lo largo del Rallye de Arroes-Gijón-Carreño, al que pertenece la foto que nos presenta Hugo. Junto a Rafael Sánchez, afrontaba el cruce del Valle de Peón, mientras el coche salía de costado con un leve latigazo. El rallye, como adaptación estuvo bien, pero clasificar quinto tras el C2 de Alejandro Rodríguez, que fue tercero o el Clio Sport de César "Santana" que llegó cuarto, seguro que no contentó a ninguno de los integrantes del equipo llanisco. Por delante, Marcelino Hevia daba un paso más camino del Campeonato de Asturias que al final conseguiría y el gallego Luis Vilariño era su digno rival, segundo con el Clio S1600.

La foto que nos presenta Junen muestra las evoluciones de uno de los pilotos asturianos más laureados dentro de los rallyes y que responde al nombre de Alberto Hevia, "Berti". Tras varios años con máquinas de máximo nivel que le permitieron jugarse el campeonato hasta las últimas carreras, en la temporada 2008 se veía compuesto y sin coche cuando el Ferrari que Piedarfita estaba preparando para él, se iba a manos de Basols por aquello de presentar el catalán un respaldo económico. A modo de año de transición y, sobretodo para no perder el ritmo, salió al nacional a bordo de un Evo de RMC, en busca de la Evo Cup, que consiguió con relativa facilidad. Junto a Alberto Iglesias, su inseparable copiloto, se marcó esta cruzada en uno de los cruces del shakedown, el día antes de que el Rallye de Ferrol, con un desarrollo cargado de abandonos, le colocase en el último escalón del podio tras Luis Monzón que era el ganador y Pedro Burgo, que no le dio opción y fue digno primer clasificado entre los Mitsubishi. Pero la carrera no dio la vuelta hasta al primera pasada por San Sadurniño-Moeche, momento en que Ojeda, que había dominado con autoridad, sufría problemas en su 207 que primero le retrasaban y luego le dejaban fuera con su Peugeot roto. Peor fue la suerte de Sergio Pérez, que se salía y volcaba su Grande Punto diciendo adiós a la temporada en Agosto. Fuster y Vallejo también se quedaron fuera, aunque en su caso por avería mecánica.

Cuando pensamos en R5 GT Turbo de carreras, al igual que de cualquier otro modelo pensamos en los punteros y de máxima preparación. Enseguida el amarillo de Mota, el blanco de Otero o los de Reiriz u Ordoñez que tantos duelos han protagonizado a lo largo de los últimos años, nos vienen a la memoria. Pero si nos vamos a Galicia, hay uno que suele estar por encima de los demás y que, cualquiera que haya ido a su regional, ya tendrá en la cabeza. Se trata sin duda del coche rojo pilotado por Javier Martínez Carracedo, rápido, ancho y espectacular. Uno de los que le conoce muy bien es nuestro colaborador Rober de Trevías, que se fue a a la edición del Rallye San Froilán del 2008 a presenciar cruzadas como la de la foto, en una carrera del Renault para olvidar, ya que tras un buen tiempo en el primer tramo, Queizán, en el segundo, Láncara, se descolgaba en la clasificación perdiendo mucho tiempo y teniendo que abandonar junto a Sandra Montoto, en la segunda pasada por esa misma especial. En la general hubo poco duelo ya que Burgo se hacía con el liderato en el primer tramo, para no soltarlo hasta el final, mientras Vallejo, que había alquilado un Evo VIII para el rallye de casa, se conformaba con la segunda plaza, haciendo Pablo Rey lo propio con el tercer cajón del podio.

En la temporada 2008, el Rallysprint de Castropol vivía la primera edición sin que Jorge López o Félix García tomasen parte, pero el duelo que iba a deparar la carrera entre el Evo de Rayman, el Subaru de Caldevilla Motor en manos de Lobea y los siempre rápidos SEAT León de Juan Carlos Del Oso o Renault Megane de Javier Beteta, sobre el papel, prometía. Luego se vio que el equipo Rayman Racing estaba muy por encima del resto, sólo dejando escapar el scratch en la tercera cronometrada en favor de un Subaru Impreza, que suplía su falta de potencia con las manos de su piloto. Éste último, rompía el cambio en la última de las pasadas cuanto tenía a tiro al segundo clasificado, tras penalizar antes de la primera especial, y al final tenía que conformarse con la cuarta posición tras Del Oso y Beteta, que ganaban el grupo N y XS respectivamente. Entretanto, muchos de los participantes se dedicaban a dar espectáculo, estando lógicamente por encima de todos , los coches de Casía Motor que, como es habitual, pasaban abriendo la carrera. En la siguiente foto, vemos cómo llevaba el coche su patrón, Mino, de costado en la primera pasada del día dirección a Bourio y sin la defensa trasera, que se había dejado en la primera de las horquillas, tras prolongar demasiado uno de sus derrapes. Siendo Lobea el primer XA, dentro del grupo S se llevaba Adrián Soto el S/A con el Kadett y Alberto Redondo el S/N, a los mandos del Sierra de la familia Montes.

 - LA SECUENCIA -

Nadie dijo que los debuts fuesen fáciles y si el cambio es de un tracción delantera con los caballos que otorga un Peugeot 206XS a un Nissan 350Z de más de 300 caballos y tracción trasera, la complicación aumenta mucho. Si a ello unimos un rallye como el de Tineo que es de los que ponen a prueba a jóvenes y veteranos y esconde todos los años trampas ocultas, pues el reto aparte de difícil se vuelve respetable. Todas estas premisas son las que se enfrentó Fran Cima en su primera participación con el GT nipón, acompañado de Francisco González, en la temporada 2008. Los cronos dejan claras las dificultades que tuvo la joven promesa asturiana para hacer algún tiempo aceptable y es que además, la alta competencia con la que se encontró no le puso las cosas para nada fáciles. De este modo, tras ser 32º en el primer paso por Calleras y cuarto de la clase 9, fue adelantando puestos con el paso de los tramos hasta ser vigésimo y segundo de clase, ganando lógicamente el grupo GT, al ser el único participante. En cualquier caso, cruzadas como la que dejó ante la cámara de Josín de Brieves ya son suficientes como para que su actuación no pasase desapercibida. El rallye se lo llevó Félix García, algo apretado por Antón "Regueiro" en la mañana y más libre en la tarde, mientras el duelo por la segunda posición entre Jorge López y "Tano", terminaba con el segundo fuera de carrera en el último tramo y Jose Ramón Rodríguez tercero in extremis.

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