Mientras el Otoño se empeña en que nos quedemos en casa, la tozudez con la que afrontamos esta estación nos aposta en las cunetas para, haciéndonos hueco entre las hojas amarillentas, pasar jornadas de carreras entremezcladas con las de frío. Tras haber pasado por un Rallysprint de Pravia en el que el no quedarse tieso era la primera meta, al contemplar la cantidad y magnitud de la chapa hecha por los participantes, se crea un sentimiento un tanto desolador, sobretodo si nos bajamos de los backet de Castrillo, "Pollo" y muchos otros que pegaron, tristemente, en duro. El gallego Fernando Rico, con unas dotes de pilotaje muy pronunciadas, se llevó una carrera en la que en la verificación final no permitió examinar el turbo, con lo que las sospechas se instalaron en el resto de participantes y sobretodo, la incomprensión al ver como conservaba la Victoria. Tras él, Rayman era segundo y aumenta sus posibilidades de ser Campeón del Certamen en la carrera de Salas, con lo que si Javier Beteta no hila muy muy fino, el título se vendrá para el Occidente. A la espera, presentamos el álbum 151.

Esperamos que os guste.

		La dificultad de un tramo como el que sirve de escenario al Rallysprint de Grandas de Salime, que perteneció en el pasado al extinto Rallye de los Oscos, hace que no sean muchos los participantes que consiguen completarlo, bien por salidas de carretera, de menos o mayor magnitud, o bien por averías mecánicas. Éste último caso es el que sufrieron los protagonistas de la foto de Gonza. Hablamos de Rubén e Iván Fernández Lavaniegos, que en la primera pasada al tramo en la edición del 2007, una neutralización les colocaba en el puesto 14 dentro del grupo N y quintos de la clase 1, pero en la segunda, su AX GTI decía basta y se quedaba tirado, con lo que tristemente para ellos y para los espectadores, su carrera acababa ahí. La mejor carta de despedida, sin duda fue la cruzada que se marcaron para la foto a mitad del primer tramo. Con ellos fuera, el grupo N fue para Juan Manuel Del Oso con el SEAT León, mientras que Luis Ángel Cernuda hacía lo propio en la clase 1 a bordo de su Peugeot 106. La victoria final se fue para Luarca a manos de Jorge López, que daba el do de pecho en la última cronometrada, para arrebatar a Félix García el primer puesto que ostentaba desde el primer tramo. Terceros fueron Lobea y Juanjo con el Evo de Caldevilla Motor.
		En todas las competiciones, la presencia de la lluvia complica el desarrollo de las mismas, pero si nos centramos en el ámbito de los deportes del motor, las condiciones meteorológicas adquieren tal protagonismo, que el llegar o no llegar, suele depender de ellas. Si a todo ello sumamos un coche poco pesado, de muchos caballos y de tracción trasera, el riesgo se multiplica, pero si encima es una ocasión extraordinaria, porque el coche es alquilado y es tu primera toma de contacto con él, podemos decir que tienes todas las papeletas para llevarte un susto. Con algunas matizaciones, éste es el caso del gallego Edgar Vigo, protagonista de la foto que nos envía desde Madrid David Díaz. En ella vemos el BRC de alquiler de lado entre la lluvia, peleando por estar entre los mejores CM, pero tras los entrenos, un golpe en la primera oficial, dejaba fuera de carrera a Edgar. Ajenos a ello, los mismo extranjeros que habían marcado los mejores cronos en los entrenamientos del sábado, se negaban a salir el domingo por las delicadas condiciones del trazado y dejaban todo en manos de Román y Roca, que ganaban las Fases A y B respectivamente. Entre los carrozados, Fombona no dio opción y vapuleó a sus contrincantes, repartiéndose Flores y Tano el segundo puesto en las fases.
		Hay zonas que bien por su belleza, bien por su complicación, se aprovechan para formar parte de tramos distintos, de distintos rallyes. Una de ellas es el cruce de Otero, que suele aparecer tanto en los planes de la organización del Rallye de Avilés, como en la de las carreras celebradas en Grado, tanto rallye como rallysprint. En la temporada 2008, la primera en utilizarlo era la Escudería Avilesina, que colocaba la salida  del tramo de San Tirso más arriba del famoso cruce de Quinzanas, para que ya como aperitivo los pilotos viviesen en él, el cambio de carretera. Tras los luchadores contra el crono en la general, llegaba el turno a los más espectaculares, de entre los que sale el protagonista de la foto de Junen, Andrés Mon, acompañado por Ana Caraduje, que cruzaban así el Saxo para el disfrute de los presentes. Luego de comenzar en el noveno puesto en el grupo N y el tercero de la clase 1, fueron avanzando hasta colocarse sextos de grupo y segundos de clase, tras el coche gemelo de Jorge Suárez "Pollo". En cuanto a la general, Arias corrió de lo lindo con un Evo de alquiler y dominó el rallye hasta el último tramo en el que Hevia, que había perdido mucho tiempo en la mañana, le daba caza y ganaba por sólo una décima de segundo.
		Sin duda, la inclusión del "Príncipe" dentro del calendario del IRC en la temporada 2008, fue un hito histórico en nuestra región, que se completó con unas condiciones meteorológicas cambiantes, que comenzaron empapando el piso, para luego secarlo de manera que los pilotos mostrasen su destreza en todo tipo de trazados y bajo todo tipo de cielos. El aficionado aprovechó cada minuto libre para presenciar las evoluciones de los "Europeos" y, por supuesto, las de los "Nacionales", como Josín de Brieves, que se apostó en el cruce del tramo de Pajomal que lleva a la Cruz, para no perder detalle de las trazadas, y se encontró con la cruzada de Carlos Márquez y Aintzane Goñi, que a pesar de no puntuar el rallye para la "Cholo Cup", salieron a por todas y a  hacerlo lo mejor posible de cara al aficionado. Partiendo del puesto 25 en Muñó-Muncó, fueron mejorando hasta llegar a mete en el 13, cuartos entre los Mitsubishi y undécimos de la clase 4, lo que es un magnífico resultado teniendo en cuenta la cantidad de pilotos foráneos presentes. En la general, Basso y Vouilloz mantuvieron una bonita lucha, hasta que el italiano se zafó y ganó el rallye, con Freddy Loix contemplándolos desde la tercera plaza y Ojeda, primer español, desde la cuarta.

- LA SECUENCIA -
Demasiado castigado por los presupuestos y, sobretodo, por las influencias de los pilotos con cheque bajo el brazo, Alberto Hevia, tras jugarse el Campeonato de España en la temporada 2007 hasta e último tramo, tenía que conformarse con salir en la 2008 a bordo de un Evo IX, in-extremis, tras el intento fallido de hacerlo en uno de los Ferrari de Piedrafita. Viendo el resultado que dio el coche italiano, el cambio no fue del todo malo pero muestra, una vez más, cómo uno de los mejores pilotos del país pasa de la gloria al ostracismo en el transcurso de unos meses. Por suerte, se sobrepuso a los reveses y, acompañado como de costumbre por Alberto Iglesias, plantó cara a Burgo en la mayor parte de las carreras, aunque en la que Hugo tomó esta secuencia de fotos, Ferrol, el gallego estuvo claramente por delante. Todo transcurre en uno de los cruces del San Sadurniño-Moeche, en el que Ojeda abandonaba y dejaba el liderato a Monzón, que vencía a placer al quedarse enseguida sin Fuster y Vallejo, teniendo sólo que luchar contra los Evo mencionados, que ocuparon el segundo y tercer cajón del podio, con el de Café Candelas por delante del  dúo formado por Hevia e Iglesias.

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